Presidenta de Consecomercio: "Imposible ajustar los precios a la velocidad que se mueve el paralelo"

María Carolina Uzcátegui, presidenta de Consecomercio, afirmó que "es imposible ajustar los precios a la velocidad que se mueve el dólar paralelo. Por eso muchos comercios se descapitalizan, sobre todo aquellos comercios en los que recae con todo su peso y rigidez el control de precios".

En su encuentro con el Observatorio Económico FES-ILDIS comenzó explicando que Consecomercio representa al sector de Comercio y Servicios. Incluye la cámara de franquicias. Sus agremiados son, en su gran mayoría, pequeños y medianos comerciantes.
Hay cámaras de industria y comercio en aquellos estados donde el número de industrias es todavía muy pequeño. Caso de ACOINVA en Valera, donde el sector privado ha tenido un papel clave en la fundación, crecimiento  desarrollo de la ciudad. Por eso, ACOINVA está afiliada tanto a Consecomercio como en Conindustria.
En Maracaibo, Valencia y Caracas la sola cámara de comercio es todo un poder. Según el Código de Comercio, solo hay cámaras de comercio en las capitales de estados o ciudades con puertos. Son asociaciones si están fuera de la capital. Esto hay que reformarlo en el Código de Comercio porque son conceptos que están totalmente desactualizados.
El sector ha sido muy afectado por la aplicación discrecional y arbitraria de la Ley de Precios Justos. La SUNDDE ha confiscado y rematado mercancías, ha puesto multas exorbitantes y ha encarcelado a gerentes y propietarios.  Sin descuidar la defensa de sus agremiados, actualmente Consecomercio trabaja más sobre proposiciones que sobre denuncias.
Al sector comercio lo afecta mucho la hiperinflación. Es imposible ajustar los precios a la velocidad que se mueve el dólar paralelo. Por eso muchos comercios se descapitalizan, sobre todo aquellos comercios en los que recae con todo su peso y rigidez el control de precios.
Un representante de un gremio licorero me dijo que están evaluando el cierre de las empresas en el mes de diciembre porque cualquier cosa que vendan genera pérdidas ya que al no poder reponer el inventario a los precios del próximo año, inevitablemente se descapitalizan y quiebran.
Mi empresa está en el sector de servicios funerarios. En octubre de 2016 un ataúd costaba Bs. 116 mil, en 2017 Bs. 850 mil y en noviembre de 2017 Bs. 1.450.000, para diciembre las  cotizaciones son de Bs. 2 millones y una vez facturado el servicio, con esos ingresos no se podrá reponer a los precios del ataúd en enero 2018. Los ataúdes se fabrican con láminas de metal cuyo único fabricante es Sidor, pero resulta que la empresa del Estado no vende los insumos básicos por canales formales y legales  y la única producción y oferta se lleva al mercado negro, cuestión que encarece los costos de los fabricantes. Y el gobierno en lugar de resolver el problema de las materias primas, lo que hacen es regular el precio. Honda
En la mayoría de los casos, las empresas no saben con certeza cuáles van a ser los costos de reposición al comenzar 2018. La formación de precios en el sector comercio se hace con base en el dólar paralelo porque el sector no recibe ni Dipro ni Dicom. No hay otra forma de adquisición de divisas. Sin embargo, a los importadores se les obliga a nacionalizar la mercancía a la tasa Dicom, pero las divisas no se compraron a ese precio. Por eso el comercio  dolariza el precio del producto.
El problema está en que los clientes o compradores ganan en bolívares, tienen un salario o ingreso cada vez más erosionado y pauperizado. Y esto tumba las ventas. La sobrevivencia del sector comercio necesita trabajadores con alto poder adquisitivo, no le interesa salarios bajos porque entonces no hay ventas.
La dolarización a la hora de fijar precios y concretar las operaciones de compra-venta es un fenómeno creciente, es un hecho. Todavía no es una política oficial y con este gobierno es inviable. La mayoría de los políticos y gobernantes son populistas y necesitan emitir dinero para financiar sus promesas. Creen que todo se arregla con regalos y dádivas, pero esa emisión desmesurada para cubrir un creciente gasto genera inflación, y esto a la larga les daña su popularidad. Dolarizar les quitaría ese margen de maniobra porque el Banco Central no puede emitir dólares.
El desempleo agrava el problema de la caída de las ventas que afecta al sector comercio. Muchos establecimientos han cerrado y en centros comerciales se han perdido más de 180 mil puestos de trabajo. La tienda física está amenazada por el auge del comercio electrónico. Los centros comerciales se están reconvirtiendo en centros de esparcimiento. Ya está lista la normativa para la factura electrónica pero al Seniat le interesa más el negocio de las máquinas fiscales.
Si el gobierno mañana nos llama para diseñar las nuevas políticas, Consecomercio está dispuesto a asistir. Vamos y asumimos nuestro papel de actores políticos, entendemos nuestro rol social. Somos esencialmente un actor económico, pero también somos actores sociales y políticos. El rol de los gremios no es ser un poder que influye o controla al gobierno de turno, sino servidores de los afiliados, prestarles servicios  para fomentar y consolidar el emprendimiento.
Venezuela está entre los peores países para emprender un negocio. 180 días lleva abrir un negocio y luego tiene que lidiar con centenares de regulaciones que dificultan la buena marcha de la empresa.
A raíz de la caída del mercado interno, hay un boom de exportaciones, desde artesanías hasta colchones. Por ejemplo, una empresa llamada Spraymatic montó una fábrica en Paraguaná y así aprovecha los incentivos fiscales para importar materias primas e insumos sin arancel, los cuales son transformados en productos de mayor valor agregado que se destinan a la exportación. El procesamiento de cada dólar de materia prima luego genera 15 dólares. A las exorbitantes tasas que ha llegado el paralelo, el sueño de cualquier venezolano es ganar en dólares y vivir en bolívares.

Pero en las aduanas hay robos de los containers y esto repercute en los costos. La ineficiencia de los servicios públicos (electricidad, agua, plantas de tratamiento, gas industrial, etc.) incrementa el llamado costo Venezuela